La tontera de los quince…
Que agradable es cerrar los ojos y retroceder a los buenos
momentos que uno ha tenido.
Los quince, sin duda son una etapa de ellas. Amigos,
salidas, sin responsabilidad ni conciencia del valor del dinero.
Simplemente caminar, reír, observar y amar…a la manera que
se hacía a mis quince y no a los quince de hoy. Claramente está.
Sentir ese cosquilleo en el estómago. La aceleración del
corazón cuando se siente la voz del otro. La angustia de los minutos cuando se
sabe que se va a el encuentro.
Las miradas. El roce de las manos. El acercamiento. La
sonrisa. El primer beso electrificante en el cuerpo….los suspiros…..
Que importante fue tener 15 y vivirlos intensamente. Con ese
sentir de amor callado que se lleva por dentro y que sólo uno entiende o por lo
menos con los años maduros uno entiende recién….y es que los añora porque la
vida hoy no te deja ni da espacio para que suceda.
Sin embargo, aún existe y está ahí y cuando aparece uno no
debe dejarlo ir…por el contrario tomarlo y permanecer.
Lo que sí puede ser un error es sentir como de quince y
plasmarlo en palabras. El exceso de demostración de amor, cariño o deseo hace
que el otro nunca se movilice sino más bien se acostumbre a recibir y a no
cambiar desde su quimera.
Vivan los quince y desde hoy mi silencio…
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