martes, 27 de noviembre de 2012


STOP AND PLAY
 
La rutina diaria de levantarse, tomar desayuno, despedirse de quienes están en casa, cumplir con un horario y cientos de tareas puede volverse aburrido, cansador y tedioso. Puede llegar a tanto que me cuestiono todo. Las decisiones que he tomado, lo que hago y que quiero para mi de aquí en adelante.
En eso a diario puedo andar hasta…que una suave brisa de primavera cambia por unos instantes dicha rutina.
No podía ser más perfecto aquel día completo. Desde su inicio hasta la despedida. Cada mirada. Cada respiro. Cada beso, Cada abrazo y cada entrelazar de los labios unidos en uno. Cada sueño pasaba aceleradamente por mi mente deseando que el tiempo se congelara. Que nadie más existiera y que pudiésemos permanecer ahí…congelados conteniéndonos sólo por su gran abrazo, su mirada y mis besos.
Aunque hubiese dibujado aquella instancia no me hubiese resultado. Ni con cada detalle. Fue definitivamente mágico. Cada conversación. El baile  de él alrededor de ella en la cabaña mientras cocinaban.
Un despertar largo, aletargado con sueños intermitentes interrumpidos por los besos y caricias.
Sólo un gesto hizo que todo volviese a la realidad y fue ese último beso y abrazo, en donde no hubo promesa alguna ni demostrar nada que impidiese la partida del otro.
Sólo ahí en ese triste momento me di cuenta de que sólo se había puesto en la vida de él un STOP y que ahora la vida tal cual la tiene continúa: PLAY.
Ahí me di cuenta que yo estaba sola de regreso a mi mundo. Y fue cuando visualice que ese retorno no sería fácil y que me cambiaría todo. Porque a diferencia de él yo no tenía a alguien que esperara en casa por mi…y aunque así hubiese sido me atrevo a reconocerlo  lo hubiese sacado ese mismo día. Porque yo no soy de dualidades. Ni de caminos variantes. Y aunque sea sólo por suspirar y recordar hubiese preferido estar sola y dedicar cada palabra y suspiro sólo a él….a él que para mi no es un STOP and PLAY.


No hay comentarios:

Publicar un comentario